El libro o la ventana

El Premio Cervantes 2005, Sergio Pitol, está seguro que el libro no desaparecerá víctima de la internet. "En México se abren nuevas librerías y en ferias, como la de Guadalajara, se comprueba que hay mucha gente, jóvenes sobre todo, que siguen acudiendo con entusiasmo a este tipo de eventos", manifestó ayer en una rueda de prensa en la sede del Instituto Cervantes, rumbo a Sofía para inaugurar una biblioteca que llevará su nombre.

Aunque muchos ingenieros de sistemas, que tienen más circuitos que sangre en la cabeza, adolescentes, que han crecido con el monitor a la cabecera de su cama, e incluso académicos y escritores, lo cual sorprende, sostengan que pronto veremos echados en nuestra cama un holograma que nos contará la última novela de nuestro autor favorito o, en su defecto, leeremos la pantalla de nuestra laptop durante horas sentados en un parque; nosotros, más claros que oscuros, nos inclinamos a pensar como Pitol, por varias razones, de las que citaremos sólo una. Primero tendría que solucionarse el problema de la pobreza y conseguir, luego de satisfacer las necesidades fisiológicas, que todos sin excepción tengan una computadora en casa, además de una laptop, o equivalente, que llevar al colegio, para cada hijo, además de la laptop para el padre y/o la madre, si trabajan en oficina; porque la extinción del libro es la extinción del cuaderno y el lápiz y etc, etc. Bueno, yendo al principio: la solución del problema de la pobreza - esto no se va a dar. Además de lo complicado que es, hay, como siempre han habido, gordos grupos interesados que esto no se dé. Demás está hablar de segundo y tercero.

El que en este nuevo milenio haya surgido una catarata de jóvenes editoriales (Campo de Gules, Estruendomudo, Lustra, Álbum del Universo Bacterial, Círculo Abierto Editores, etc.) nos hace pensar que que estos jóvenes comparten dicha mirada; a pesar que los libros sean editados por computadora (que paradójicamente ha posibilitado tales impresiones), a pesar que muchos de sus autores hayan digitado su libro y a pesar que esté usando ahora una pc para teclear estas palabras y colgarlas en la web.

Para concluir, Pitol afirmó en la mencionada rueda de prensa que "el libro contribuye a crear una sociedad más culta, más laica y más abierta." Bueno fuera que nuestro Estado lo escuche! (o nuestros Estados latinoamericanos, ya que adolescemos de lo mismo); y muy especialmente nuestra fauna candidatil que ofrecen en cada ciudad lo que ellos creen que los pobladores quieren oír y en la noche, luego de un whisky en las rocas, resetean su cerebro que no recordará al día siguiente lo ofrecido hoy.

Como habría dicho Cervantes, aunque sin cadáver, a pesar de la muerte anunciada, ¡Larga Vida al Libro!

Comments

Anonymous said…
Estoy de acuerdo con Pitol. Hay libro para rato. Menos mal.
Jorge Santana said…
espero que asi sea, la literatura simplemente no puede morir en manos de estos de ignorancia donde parece que a los libros se les ve como una lepra maligna entre los jovenes.

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