Recitando, Escuchando, Esperando


Un pato rojo se fue a Abisinia, cubierta de mierda, buscando a Rimbaud. Encontró a Pasolini y de la mano con impaciencia, preprararon el camino para un río inmóvil de haikus, que fue a parar en una piedra, la piedra de Simón, aunque sólo temporalmente.

Pues esa fue solamente la primera ronda. Alessandra Tenorio, Ronald Portocarrero y Víctor Ruiz continuaron una segunda y tercera, con poemas de futuros libros, en un recital íntimo, casi hogareño, que tuvo como auditorio a escritores de diferentes edades, en el clásico local de Antares, el jueves pasado.

La espera fue la excusa para reunirse en torno a la palabra pulida, buscada, sencilla por ratos, literaria en otros, apoyada en siglos de huesos de pluma.

El recital terminó, como empezó, esperando, con un poema hecho canción (al estilo de Paco Ibáñez) por Manolo Palacios.



Al final, nos despedimos en la puerta y, algunos solos otros acompañados, emprendimos cada uno un camino diferente. A lo lejos se divisaba apoyada en el alféizar, mirando a todos, la espera.

Comments

Popular Posts